Por: SANKHYA GUERRERO SÁNCHEZ
COMENTARIO PERSONAL
SOBRE LA VISITA DE JUAN MARTIN PARA CONTARNOS SU EXPERIENCIA:
GRANADA-PEKIN EN BICICLETA
Nos ha contado un sevillano afincado en
Granada su experiencia personal sobre un impresionante viaje por casi medio
mundo, que le ha llevado desde la ciudad de Granada hasta Pekín, pasando por 21
países pertenecientes a la famosa “Ruta de la seda”, y que ha tenido como
especial peculiaridad que lo ha hecho en………………. BICICLETA !!!!!!!!!!
Ya el hecho de hacer dicho viaje es, como
poco, peculiar y atrevido, pero en este caso añadimos unos agravantes que hacen
que el viaje sea muy singular, y son: la
edad del viajero (rozando en ese momento los 40), su estado civil (casado y
tiene una niña pequeñita), el gasto económico que supuso (es un trabajador de
clase media, y no le ha patrocinado nadie el viaje), y lo que ya comentaba al
principio, que ha ido en bicicleta, lo que aportaba riesgo y aventura al viaje,
además de incomodidad y ciertas restricciones evidentes, como falta de espacio,
riesgo a rotura de ruedas, soportar las inclemencias del tiempo, etc. Y no hay
que olvidar, que lo hizo solo, sin más compañía que Pepa, su bicicleta.
Además, en lugar de sentirse orgulloso durante
los meses previos al viaje, durante la organización y planificación del mismo,
se sentía incómodo por pensar en el “qué dirán”, al que se tenía que enfrentar
por parte de muchos familiares y amigos.
Ahora que todos los riesgos del viaje ya
pertenecen al pasado, nos quedamos con todo lo bueno, y agradeciendo a quien
competa (que cada uno tenga fe en lo que quiera) que no le ocurriera nada malo
y que en todo momento la suerte jugara a su favor. Por suerte para él y para su
familia, todo ha ido bien y está de vuelta en perfecto estado de salud, pero
también suerte para él por haber cumplido su sueño, que ya le rondaba en la
cabeza muchos años atrás, y ha podido volver con la cabeza bien alta para
demostrar que ha podido hacerlo según todas las previsiones realizadas. Y qué decir de la suerte que tenemos los que
estamos de una forma u otra a su alrededor, por ser oyentes, espectadores,
admiradores y alumnos de su gran experiencia, la cual ha sido un placer
compartir aunque solo sea desde una silla, sin pedalear encima de una bicicleta
ni un solo momento.
Como comunicador también hay que destacar su
buen hacer, que ha hecho que pudiéramos sumergirnos
en su viaje de la forma que lo hicimos. Su documentación fotográfica es
estupenda, pero su memoria ha sido aún mejor, así como la forma de expresarse
para ponerla de común conocimiento.
Ha sido impactante saber cómo son las gentes
de lugares tan lejanos, sobre todo porque son las gentes verdaderas de dichos
lugares, no son recepcionistas de hotel, azafatas de vuelo, o camareros, que en
un momento determinado nos podrían atender si visitáramos esos países como unos
turistas “normales”, si como “normales” llamamos a los viajes que efectuamos el
resto de turistas que no somos capaces de aventurarnos en una experiencia tan
singular. Qué duda cabe que hacer dicho viaje en avión, o coche, también nos
aportaría una riqueza cultural estupenda, pero sería difícil mezclarnos con el
día a día de esos ciudadanos del mundo.
Es incalculable el valor de la riqueza visual
obtenida, suerte él que lo va a tener siempre en su memoria, pues los lugares
visitados ofrecen una serie de recursos naturales o monumentales de gran
belleza. Está claro que el aspecto humano de dicho viaje ha sido muy
importante, pero el aspecto turístico no se queda atrás, dando un gran valor al
viaje el hecho de haber estado en lugares tan especiales, algunos muy conocidos
y otros más recónditos, que seguro van a despertar las envidias de cualquier
viajero empedernido.
El mix de culturas que se nos ha mostrado hace
que entendamos que este mundo es muy peculiar, no sólo geográficamente
hablando, sino culturalmente también. Además de hacernos saber que en España
tenemos muchas, pero que muchas virtudes, pero en el resto del mundo hay
culturas que son muy hospitalarias, ofreciendo y compartiendo incluso lo que no
tienen.
Los lugares visitados, Patrimonio de la
Humanidad, me han impactado enormemente. Los paisajes, los desiertos, las
Mezquitas …… ¿ puedo quedarme solo con una fotografía ? Imposible !!!!!!!!! No
podría quedarme con un solo momento o fotografía del viaje, sí con el resumen:
experiencia única a nivel cultural, personal, enriquecedora, turística……………. Digna
de envidiar……………….
Sinceramente, tengo que admirar la fuerza de Juan a la hora de proponerse
realizar el viaje y no quedarse en el intento, tal y como muchos otros seguro les ha
Es un viaje arriesgado, desde el primer momento, pidiendo un año sabático en su puesto de trabajo estando las cosas como están hoy en día es jugarte el puesto a una carta, a la vuelta puedes encontrarte conque lo hayan cubierto con otra persona␣ además del gasto importante derivado del viaje y aprovisionamiento, aunque estoy de acuerdo con él que lo más duro tuvo que ser separarse de su mujer e hija. No me quiero ni imaginar cuántos momentos no desearía tenerlas entre sus brazos o poder pasar tiempo junto a ellas.
La presentación al principio fue un poco pesada pero una vez empezado el viaje fue maravilloso contemplar sitios a los que muchas veces un viajero de a pie no puede acceder, experiencias peligrosas pero a la vez hermosas y miles de recuerdos que por más que quiso compartirnos, habrán quedado retenidos en su memoria y no compartirá con nadie jamás.
Se ve una clara diferenciación en la mentalidad del mundo occidental con el oriental, a prueba está que no todo el mundo aquí daría sus propias llaves de su casa a un desconocido para que se quedara solo mientras tú estás fuera␣ pero son esos pequeños detalles los que nos hacen ser mejores personas y demostrar que realmente todos somos ␣hermanos␣ y no somos diferentes unos de otros␣ Raramente encontraremos alguna acción así por aquí, y reconozco que yo sería uno de los primeros que me pensaría mucho el hacerlo.
Me parece muy valiente que haya realizado el viaje él solo. Hoy en día no sabes qué puedes encontrarte o pasarte por el camino y el hecho de viajar solo es un peligro mayor aún.
En sí el viaje es un sueño hecho realidad, lugares desconocidos para muchos, paisajes que te erizan la piel y culturas que te quitan el sentido. Dan ganas de ir y vivirlo por uno mismo. Experimentar esa sensación de libertad y valentía conociéndote mejor a ti mismo, a tu cuerpo y poniendo a prueba de lo que eres capaz de hacer y llegar.
¡Enhorabuena Juan! Sin duda has conseguido hacerme sentir mucho con tan poco tiempo.
Por ADA
Este viernes pudimos
viajar y acompañar a Juan Martín López en su ruta por la seda en bicicleta.
Sin duda fue algo
impresionante y privilegiado el tener a alguien que nos cuente por experiencia
personal como realizó este viaje y todo lo que sin duda aprendió sobre otras
culturas al hacer turismo de esta forma distinta y tan enriquecedora.
Aparte de darnos los
detalles del viaje, como cuánto le costo, como se organizó la ruta (los 21
países que visitó), todo el patrimonio histórico y natural que quería visitar,
los 10 meses (304 días) que este viaje le ocupó. Nos habló y resaltó el
carácter cultural y humano de este característico viaje. Ya que al usar la
bicicleta pudo disfrutar del viaje en sí, el placer de ir de España a Pekín,
sin importar tanto el destino, al final nos confesó que por ejemplo cuando
llegó a Estambul, que tantas ganas tenía de visitar, el ansiaba continuar más
que seguir haciendo turismo por la capital.
Pudo comprobar en
propia carne la hospitalidad humana de esas distintas culturas, así como la
turca, musulmana, etc. Como la gente al
verle que venía en bicicleta y desde tan lejos, le abrían las puertas de su
casa y querían escuchar cosas sobre su país, aunque fuera difícil la
comunicación. Y así también pudo aprender todas las costumbres de cómo viven
los locales de esos países. Además conoció a otros ciclo turistas como él u
otra gente que hacía otros tipos de turismo tan enriquecedores como el suyo, de
los cuáles pudo aprender muchas cosas y con los que aún conserva amistad, al
haberse ayudado en difíciles situaciones.
Nos deleitó con las
imágenes de todos esos impresionantes lugares que él pudo observar, todos esos
paisajes que nos dejaron sin palabras, y como en poco tiempo estaba en un desierto
y pasaba a unas montañas con lagos glaciares. Y al ir con su saco de dormir y
su tienda pudo disfrutar más aún de la naturaleza. Claro, sin pasar por alto
todas esas catedrales y templos emblemáticos de esos antiguos imperios. ¡Sin
duda nos dejó a todos con mucha envidia y ganas de atrevernos a hacer un viaje
así!¡Fascinante!
Por AMANDA JUÁREZ SÁNCHEZ
El pasado viernes 26 de Octubre vino a darnos una
charla sobre la ruta de la seda Juan, una increíble persona que se aventuro con
su bicicleta en los senderos que oculta esta ruta. Durante las tres horas que
duro la charla nos conto todo lo que hizo desde que comenzó su viaje al salir
de su casa en Granada hasta que llego a China. Nos conto que el viaje le costó
alrededor de 7000 euros y que tenia previsto visitar todo aquello nombrado
patrimonio de la humanidad por la UNESCO. La respuesta al porque de este viaje
no quedo muy clara ya que parecía que ni el mismo sabia en el fondo porque
dejaba atrás durante 10 meses a su familia, solo sabia que debía de hacer este
viaje. La ruta lo llevo a ver cantidad de países, a conocer multitud de
personas, a ver los mas impresionantes paisajes que la naturaleza ofrece y que
solo puedes ver si como el, te adentras en esta increíble aventura. Acompañado
únicamente de su bicicleta, La Pepa,
que le hacia compañía y lo llevaba hacia adelante, debía de preocuparse tanto
de su propia salud como por la de ella, ya que sin ella, se acababa el viaje.
Se encontró con otros ciclo turistas que también hacían la ruta o que
simplemente pasaban por el mismo camino, se encontró con gente que lo acogía en
sus casas y le ayudaba. Señalaba siempre la hospitalidad de todo el mundo, y lo
poco acostumbrados que los españoles estamos a esa forma de ser, incluso a él le
resultaba raro que la gente fuera tan amable. Nos conto las noches en su tienda
de campaña, en desiertos, bosques, casas abandonadas, como se duchaba con su
bolsa de cuatro litros y los cambios de temperatura que experimentaba al pasar
de una frontera a otra. A veces lo pasaba mal pensando que no conseguiría el
visado para poder ir de un país a otro pero la suerte quiso que al final los
consiguiera todos. Lo peor para él fue el estar distanciado de su familia, se
comunicaba con su mujer pero había zonas donde no era fácil conseguir esa
comunicación. Su paso por Irán cambio totalmente la imagen que tenia de este
país, la gente era muy amable y hospitalaria y su forma de vestir por ejemplo
era igual a la nuestra y cito textualmente lo que dijo el: no se merecen el
régimen político que tienen. Cuando llego a China aun le quedaban 6000
kilómetros hasta llegar a su destino y eso requería dos meses mas de recorrido,
los mas largos para el, ya que parecía que había llegado pero no… Finalmente
cuando llego, en lo único que pensaba era en volver a casa, pero ya no volvería
siendo el mismo, esta experiencia es algo único e irrepetible que se quedara
siempre en su interior, algo que nunca podrá olvidar y que le enriqueció como
persona como nunca imaginó. El final de su viaje acaba cuando por fin coge a su
hija Alejandra en brazos.
Personalmente la charla me encantó, Salí fascinada
por el valor que Juan tuvo de hacer eso, de meterse en esa experiencia sin
saber que va a pasar, tiene todo mi respeto y admiración, consiguió que me
dieran ganas de coger la bici y hacer la ruta yo también para ver, oír,
conocer, y sentir todo lo que el vio, oyó, conoció y sintió.
Una de las imágenes que mas me gustaron fue la del
ejército de Terracota, me pareció impresionante y también la del monasterio
budista con un lago en forma de media luna que se encontró en el desierto,
aunque no recuerdo en que país fue. Si necesitara una palabra para describir la
sensación que me produzco su relato seria sin duda, Impresionante.
Por ANGEL URRUTIA HURTADO
UN VIAJE DE ANTAÑO
(CHARLA DE JUAN MARTÍN LÓPEZ)
Para cualquier persona normal de este mundo solo el
imaginar con viajar por multitud de países de este planeta es un sueño, más si
es en bicicleta y con ello recorres una de las más antiguas rutas de comercio
de la historia como es “La ruta de la seda”.
Juan Martín
López nos ofreció el pasado viernes 26
de octubre, una charla sobre este viaje, realizado por él mismo, sin que
pareciera algo descabellado y peligroso, sino todo lo contrario, algo fácil y
al alcance de cualquiera.
Sin más compañía que la de su bicicleta “Pepa” y los
enseres necesarios, previamente estudiados, se propuso completar el recorrido
Granada-Pekín.
La charla empezó con una introducción sobre por qué se
decidió a hacerla y por qué en ese momento, lidiando con su situación familiar
y exponiéndose a una incomprensión casi total y a la vez lógica por parte de
sus amigos y familiares, anteponiendo su sueño de realizar este viaje, viendo
el paso de la vida sin haberlo cumplido.
A continuación fue mostrando una serie de diapositivas en
las que mostraba los lugares por los que había pasado, mostrando algunos
lugares de interés, pero sobre todo mostrando el buen recibimiento que los
lugareños de estos pueblos le habían tendido. Como el comentó, se dio cuenta
que cuanto mas pobre eran en un país mejor le recibían y mas atenciones le
daban.
Gracias a estas magnificas fotos y a sus innumerables
anécdotas, sus tres horas de charla supieron a poco, creando en nuestra mente
la sensación de que le faltaban cosas por contar, aunque es difícil resumir mas
de 10 meses de viaje en estas pocas horas.
Esta charla no hace más que incrementar nuestro deseo de
conocer el mundo, yo por mi parte, espero algún día, sentirme igualmente realizado
que se tuvo que sentir Juan. ¡GRACIAS!
Bibliotecario sevillano residente en la ciudad de
Granada decide sin saber realmente el porqué hacer una especie de ‘’Ruta de la
Seda’’ en bicicleta, solo sabe que tiene y necesita hacerla y se lanza a ello.
Quiere hacerla en bicicleta ya que es un gran amante de esta , y se propone
visitar los mayores recursos catalogados como patrimonio de la humanidad que se
encuentren en su camino. Juan solo tiene una idea que le tira para atrás, que
es su familia y principalmente su hija de 2 años, ya que se va a tirar sin
verla aproximadamente 10 meses. En cuanto se monta encima de la bicicleta
piensa que lo mejor es ponerse en el papel del viajero y ya habrá tiempo de
pensar en la familia. Primero recorrió toda Europa hasta llegar a Montenegro
donde destacó el cambio de mentalidad de las personas, esa hospitalidad, que, desgraciadamente
no tiene todo el mundo, se fijó que cuanto menos bienes materiales tienen las
personas más dadas son a ayudar. Hizo modificaciones en la ruta debido al frío
y bajó hacia el sur entrando en Irán donde Juan recalcó el gran trato de sus
habitantes, quitándole por completo la etiqueta de gente extremista y radical
que tenemos todos en la cabeza, llegó a decir que si tiene que ir con su
familia a un país que él haya visitado en la ruta, sin duda ninguna seria Irán.
Un país que no quiso visitar fue Afganistán debido a los conflictos que consta
que hay allí. Tras bordear Afganistán por Turkmenistán, Uzbekistán y unos
cuantos países con nombres realmente parecidos, llegó a China, donde él se
creía que había llegado a su fin, pero que al poco de entrar se dio cuenta que
Xian(Punto de finalización o de comienzo, según se mire, de la Ruta de la Seda)
quedaba bien adentrado China. Tras decidir entrar en carreteras primarias por
las cuales él no podía pasar y siendo guiado por la policía una vez descubierto
que no iba por la carretera que le correspondía llegó a Xian, último punto en
su viaje. Para su sorpresa, no terminó aquí sino que tuvo que seguir en la
bicicleta hasta Pekín lugar de partida de su viaje. Respecto al alojamiento, Juan
dependía de su tienda de campaña ,la hospitalidad de la gente que se encontraba
en su camino y de una web de ayuda a los viajeros, que trataba de: familias
residentes, ayudan a viajeros y le prestan su casa como si fuera del
visitante(algo sorprendente y que no sabía que existía).En su viaje Juan no
paró de ver maravillosos monumentos y lugares que si no hubiera hecho el camino
en bicicleta, no los habría visto.